Wednesday, June 1, 2016

Extraditan a un paraguayo que robó fusiles en Bolivia

Lo capturaron en agosto de 2015 cuando abandonaba su departamento de Amambay en el distrito Karapa'i del Paraguay. Durante 7 años Enrique Díaz Sanguina se escondió y eludió la justicia después de planificar y ejecutar, junto a cuatro coterráneos suyos, un asalto el pasado 1 de diciembre del 2008, en un destacamento militar adelantado de Tuscal, situado en la provincia Gran Chaco de Bolivia, frontera con Paraguay.

Asaltó un destacamento. En la ocasión los delincuentes redujeron a siete militares y se alzaron con seis fusiles de asalto FAL calibre 7.62 de propiedad del Ejército Boliviano. Ayer la justicia paraguaya, conocedora del pedido de captura internacional, dio curso al pedido de extradición de la justicia boliviana para que Díaz responda por el robo de fusiles en el país. El paraguayo fue trasladado cerca al mediodía a Bolivia bajo medidas de seguridad. "Se concretó su extradición y deberá comparecer a la justicia boliviana por el robo de fusiles", dijo escuetamente el director departamental de Interpol, Rómel Raña.

Sus antecedentes en Paraguay. Los diarios de su país lo catalogan como uno de los jefes narcos fronterizos más escurridizos de los últimos tiempos. Según antecedentes policiales, Enrique fue arrestado en la colonia Pacola de Amambay, el 29 de noviembre de 2012, por agentes especiales de la Senad, cuando negociaba la venta de dos toneladas de marihuana prensada a un brasileño que también quedó arrestado. Sin embargo, el jefe narco llamativamente logró eludir a la justicia por aquel caso, que fue investigado por el fiscal Justiniano Cardozo, al presentar la cédula correspondiente a su hermano mayor, Juan Díaz Sanguina (52). En aquella oportunidad los investigadores, además de no corroborar su verdadera identidad, también omitieron informar que Enrique Díaz Sanguina era buscado en Bolivia además que lo ligan de venderle armas a miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).

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