Saturday, March 4, 2017

El embajador de Brasil en Bolivia, Raymundo Santos Rocha Magno, ejerce funciones poco más de un año



El embajador de Brasil en Bolivia, Raymundo Santos Rocha Magno, ejerce funciones poco más de un año (presentó sus cartas credenciales el 7 de diciembre de 2015). Es su convicción que de a poco se ha ido retomando firmemente la relación diplomática entre ambos países, especialmente en lo referido a la cuestión energética, la lucha contra el crimen transnacional y diversos proyectos de cooperación, pese —hay que reiterarlo— a las evidentes diferencias ideológicas que hay entre los gobiernos de los presidentes Evo Morales y Michel Temer.

En lo relativo al gran sueño boliviano del corredor ferroviario bioceánico, el embajador Rocha Magno no deja de expresar la expectativa y preocupación de su gobierno a través de la afirmación de que el megaproyecto necesita de más estudios de factibilidad técnica y financiera.

— Tras dos años sin embajador en Bolivia y bajo un nuevo gobierno, ¿cómo está viniendo usted, hay agenda renovada?

— Yo presenté mis cartas credenciales al Presidente el 7 de diciembre de 2015; desde entonces la agenda se está enriqueciendo. Ahora, con la indicación (asunción) del nuevo canciller Huanacuni, nuestro canciller Serra le mandó un mensaje que dice que quiere intensificar las relaciones, dinamizar las actividades. Para mostrarle cómo están las cosas, en noviembre de 2016 hubo una reunión de ministros del Cono Sur para el fortalecimiento de actividades en fronteras; de acá fueron los tres ministros, el canciller David Choquehuanca, el ministro (de Gobierno) Carlos Romero y el de Defensa, Reymi Ferreira; la reunión fue muy importante para ver los crímenes transfronterizos en el Cono Sur; luego a Santa Cruz vino nuestro ministro de Minas y Energía, que es Hidrocarburos acá. Hubo una reunión larga con la firma de actas, documentos y memorandos de entendimiento. Nuestro ministro Fernando Cohello tuvo una larga reunión con el ministro (de Hidrocarburos, Luis Alberto) Sánchez con la presencia del presidente Evo; ahí se habló mucho del futuro, de la cooperación en términos de energía, tanto gas como de energía hidroeléctrica; en esta semana hay un grupo de cooperación técnica de Brasil.

— ¿No hubo problema por el cambio de la presidenta Rousseff por el presidente Temer?

— Aquello (la destitución de Rousseff) fue un proceso interno de Brasil, y está absolutamente basado en la legislación brasileña, con toda la libertad del debido proceso legal, y con la supervisión del Supremo Tribunal Federal, el nivel más alto de la Justicia brasileña. Fue una cosa traumática, difícil, pero aquello está superado, y el Gobierno (boliviano) acá está trabajando con mucha objetividad con el nuevo Gobierno de Brasil.

— Bolivia no se hizo mayor problema, digamos.

— No, es un hecho que pasó en el país vecino, pero el trabajo está siguiendo muy bien; le puedo incluso comentar que en esa reunión de los ministros de Hidrocarburos, en Santa Cruz, el presidente Evo, cuando hizo uso de la palabra, él terminó su intervención diciendo: “Nosotros podemos tener ideologías distintas, pero somos vecinos y tenemos que trabajar juntos”.

— Esa es la línea.

— Sí.

— Se ha acelerado, parece, el tema energético. ¿Qué se ha avanzado ahí?

— Después de la reunión del Comité Técnico Bilateral, CTB (que fue instituido en 2007) que trabaja en energía por gas y eléctrica, este grupo hoy mismo se está reuniendo en Brasilia. Por lo menos 50 personas trabajando lado a lado. Por Bolivia están el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, el nuevo ministro de Energías, Rafael Alarcón, los viceministros, el presidente de YPFB; de nuestro lado, el Ministro de Minas y Energía, el viceministro, los secretarios de Petróleo, de Energía, y otros. Es la tercera reunión del CTB. Solo esa descripción que le hago da un poco la dimensión de la cosa.

— ¿Qué se pretende obtener, el gran resultado, de esta reunión?

— En verdad son dos temas; hay un grupo de electricidad, donde hay una mesa técnica sobre Girao y la cota 90; hay también mesas técnicas sobre transmisión, termoelectricidad, transferencia de tecnología y conocimiento, tratado binacional, que regule todo el tema de energía.

— Ahí está lo del Bala, que usted decía que tiene que hacerse con un tratado internacional.

— Hay un proyecto de hidroeléctrica binacional en la frontera; y ahí hay otros más, como el Bala; estos otros, el conjunto de todo esto va a generar (energía), nosotros podemos llegar a comprar más energía hidroeléctrica de lo que compramos de Itaypú con Paraguay. En Itaypú hay un tratado internacional que regula derechos y deberes, y es esto que hay que hacer con Bolivia también, porque la dimensión es más grande que Itaypú.

— Decía un segundo grupo…

— Después hay el grupo de gas, y aquí los temas grandes son la exploración y producción de gas natural, negociaciones para nuevas exploraciones, la planta de fertilizantes, comercialización de gas natural licuado y gas licuado de petróleo; hay un proyecto de instalación de una nueva termoeléctrica en Corumbá.

— Según recientes declaraciones, parece que hay una orientación de Brasil de utilizar cada vez más energías limpias, de hidroeléctricas, y bajar el gas. ¿Esa es la visión nacional de Brasil?

— En el mundo, Brasil tiene la matriz energética más limpia, porque usamos mucho hidroeléctricas; pero justo en la región del norte hay muchas termoeléctricas. Entonces, la idea es que en la medida que avance este proyecto bilateral, binacional, que allá también se beneficien de la hidroeléctrica, aumentando así el nivel de limpieza de nuestra matriz.

— O sea, la tendencia es ir bajando gas.

— No exactamente, porque tras tres años de recesión, recién ahora el país empezó de vuelta a crecer, este trimestre; de a poco, la economía empezó a reaccionar. Solo para que tenga una idea: la inflación está baja, está a 0,38 desde el 94. Y estamos empezando este año, vamos a tener un pequeño crecimiento, ya en 2018 vamos a tener un crecimiento de 2,2%. En el pasado hubo algunas recesiones, pero ésta fue un poco más profunda; entonces, la salida está siendo un poco más despacio. En la medida en que crezca la economía, obviamente hay necesidad de más energía; entonces, lo que está pasando hoy, la baja del uso del gas es en función de la recesión que hubo; también de las lluvias que hubo: las hidoeléctricas empezaron a funcionar al cien por ciento, y ahí se abastece más.

— La hidrovía Paraná-Paraguay, ¿en qué estado se encuentra como proyecto binacional?

— La cuestión de la vía Paraná-Paraguay quedó un poco muerta, parada durante un par de años. Y es una riqueza que nosotros en América del Sur no nos damos cuenta de lo importante que es. Antes de venir acá, yo estaba en Rumanía y allá por iniciativa de ésta y de Austria se creó un plan con base en el río Danubio; éste viene desde Alemania y pasa por 12 países y hay toda una regulación de medio ambiente, manutención del comercio, del transporte. Todo sube y baja por esta inmensa carretera barata de mantener. Brasil está muy interesado en dar nuevamente un empuje a esta iniciativa.

— Aunque Bolivia tendría que ser la más interesada...

— Sí. Bolivia, con esto funcionando bien, tiene una salida más al mar. Está habiendo reuniones del Comité de la Hidrovía y está evolucionando bastante bien.

— ¿Qué interés tiene el actual Gobierno de Brasil sobre el corredor bioceánico por Bolivia?

— Brasil tiene interés en conocer siempre con más detalles los proyectos de infraestructura en América del Sur, por supuesto el corredor bioceánico. Es una inversión muy grande; entonces, uno tiene que saber dónde estamos, y para esto hay que tener estudios de viabilidad técnico-financiera. Volviendo un poco atrás, el presidente Fernando Enrique Cardozo, en su segundo mandato, creó IIRSA, Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana. Esto, años después, fue incorporado al Cosiplan, un proyecto dentro de Unasur; el tren bioceánico (por Bolivia) está entre los proyectos importantes de la región.

— En el tren, del lado brasileño, no falta mucho; ya tienen vía de Santos a Puerto Suárez.

— Existe un ferrocarril, que ya es un poco antiguo. Lo que habría que hacer es unificar en todo el trayecto hasta Perú, si es que la cosa sigue (por ahí), el ancho de la vía. Pero todo es una cuestión de estudio de viabilidad económica y financiera.

— ¿Pero no avanzó más? ¿Hay alguna cosa en concreto que se viene al respecto?

— Hace unos meses hubo una videoconferencia, quedaron que habría (viajaría) una misión técnica a Brasil, pero eso todavía no está en los planes porque Bolivia tampoco no nos habló sobre esto.

— El presidente Morales varias veces dijo que Brasil podría sacar toda su carga, por el corredor, hacia el Pacífico, como diciendo ‘quien se va a beneficiar más de este corredor va a ser Brasil’.

— La idea en teoría es muy buena, lo que hay que (hacer) es cuantificar, determinar las condiciones en que todo esto pasaría. Tenemos camino para Asia por el sur y por el Canal de Panamá, ahí son más días y todo más; habría que estudiar todo eso, comparar y ver qué es lo que realmente significaría una inversión como ésta.

— Para concluir este tema, se puede decir que hay que estudiarlo integralmente, digamos.

— Claro.

— Otro tema. Tenemos una de las más extensas fronteras...

— Tres mil cuatrocientos y tantos kilómetros, más grande que la frontera entre México y Estados Unidos.

— ¿Qué acciones estratégicas se están viendo respecto a migración en ciudades fronterizas, delincuencia, narcotráfico?

— La iniciativa del Gobierno brasileño de proponer la reunión de ministros fue justamente por la dimensión de la frontera y la cuestión de que el crimen no conoce fronteras; es narcotráfico, trata de personas, contrabando. Ahora, por ejemplo, el grupo que hoy está hablando sobre cooperación técnica, en el área de la Policía Federal y de la Policía de Bolivia, son tres proyectos en seguridad: gestión de productos químicos sensibles, que con éstos se hace la droga; el combate al narcotráfico; y, el combate al tráfico y trata de personas. Fue una iniciativa de Bolivia de pedir que este tema entrara en el proyecto de cooperación técnica.

— Por lo que nos describe, hay una suerte de revitalización de la relación bilateral, pese a las diferencias ideológicas. ¿No se prevé una reunión entre los presidentes Temer y Morales?

— Lo que está pasando es una especie de calentamiento en diversas áreas. Los temas van evolucionando; existe un mecanismo de consultas políticas de alto nivel entre ambas cancillerías. Esto en un futuro hará viable una reunión pues de a poco la cosa se va componiendo. Es así que se hace política; no se empieza de arriba, sino de abajo.

— Entonces, es posible...

— No, claro. Yo, como representante de Brasil acá, para mí sería un gran éxito que pudiera haber (una reunión entre Temer y Morales), pero sí esto va a seguir. Nosotros, que somos actuantes y observadores, vamos viendo que la cosa, la máquina se pone a funcionar, y es lo que deseamos. La cosa va evolucionando de una manera positiva en distintas áreas; y se ve siempre interés y decisión de cooperación de Bolivia. Esa reunión de ministros en noviembre (de 2016) sobre el tema de las fronteras, Bolivia mandó los tres ministros, de los más importantes que tiene; es una muestra —y fue invitación de Brasil— de que están dispuestos a colaborar, y eso es muy bueno.

Datos

Nombre: Raymundo Santos Rocha Magno

Profesión: Diplomático, “Ministro de Primera Clase”

Cargo: Embajador de Brasil en Bolivia

Perfil

El embajador Rocha Magno presentó sus cartas credenciales al presidente Evo Morales el 7 de diciembre de 2015. Hasta antes de ser nombrado representante diplomático en Bolivia, Rocha fue embajador en Rumanía.


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